Lo que me da energía… y lo que me la saca sin darme cuenta

Escrito por Union Activa

31 de julio de 2025

Pequeños hábitos que cambian el día

A veces llegamos al final del día agotados, sin saber muy bien por qué. No hicimos grandes esfuerzos físicos, ni atravesamos algo difícil… pero sentimos el cuerpo y la mente pesados, sin energía.

Y otras veces, con pequeñas cosas —una charla, una pausa al sol, una música que nos gusta— algo se enciende. Nos sentimos más livianos, más claros, más nosotros.

La diferencia no siempre está en lo grande. A veces está en lo sutil. En esos gestos diarios que nos recargan o nos drenan sin que lo notemos.

Este artículo es una invitación a mirar de cerca qué cosas nos hacen bien de verdad, y cuáles nos quitan energía sin darnos cuenta.

Lo que drena: cuando la energía se va sin permiso

No se trata de eliminar todo lo que incomoda. Se trata de registrar qué nos desgasta más de lo necesario.

Algunas señales de drenaje cotidiano:

  • Conversaciones donde no podemos ser nosotros mismos.

  • Estar pendientes todo el tiempo del celular, las noticias o los demás.

  • Comidas que nos dejan sin ganas de movernos.

  • Espacios ruidosos, desordenados o caóticos.

  • Decir que sí cuando en realidad queríamos decir que no.

  • Hacer varias cosas a la vez, sin terminar ninguna.

No siempre podemos evitar estos momentos, pero sí podemos bajar su frecuencia, duración o impacto. Y sobre todo, compensarlos con lo que sí nos recarga.

    Lo que recarga: gestos simples que nos devuelven el eje

    Cada persona tiene su propio mapa de bienestar.
    Por eso no hay recetas, pero sí hay pistas.

    Cosas que suelen recargar:

    • Caminar sin mirar el reloj.

    • Escuchar una canción que nos conecta.

    • Preparar algo rico para uno mismo, sin apuro.

    • Compartir con alguien que nos hace bien (aunque sea por mensaje).

    • Sentarse al sol unos minutos.

    • Ordenar un rincón, poner algo lindo, cambiar el aire.

    • Respirar profundo y lento por un rato, sin hablar

    Consejo práctico

    Durante unos días, anotá al final del día dos cosas: una que te drenó y una que te recargó. Vas a empezar a reconocer patrones… y a cuidarte mejor.

    Elegir desde lo pequeño también es autocuidarse

    Después de los 50, empezamos a darnos cuenta de algo clave:
    la energía no es infinita… pero sí renovable.

    Y aunque no podamos controlar todo lo que pasa alrededor, sí podemos elegir algunas cosas cada día que nos hagan bien.

    No hace falta cambiar la vida.
    A veces, con prestar atención alcanza.

    Consejo práctico

    Elegí una franja del día para probar un “mini ritual recargador”. Puede ser a la mañana, después del almuerzo o antes de dormir. Mismo lugar, misma intención: volver a vos.

    «

    « Lo que me hace bien no siempre es lo que parece importante. Pero es lo que me sostiene. »

    Esta frase nos recuerda que los pequeños gestos no son un lujo. Son una forma concreta de sostenernos cada día, sin esperar al fin de semana o las vacaciones. Cuidarnos también es elegir bien en lo cotidiano.

    Conclusión

    A veces no se trata de hacer más.
    Se trata de mirar mejor.
    De reconocer qué espacios, personas o actividades nos nutren… y cuáles nos agotan.
    De darnos permiso para hacer lugar a lo que nos recarga.
    Y de entender que en lo simple, muchas veces, está lo esencial.

    Si sentís que terminás el día sin energía, tal vez no necesites hacer grandes cambios.
    Tal vez solo necesites registrar, con más claridad, lo que te da y lo que te quita.
    Porque cuidar tu energía también es cuidar lo que sos.

    ¡Seguimos conectados!

    Comparte en tus redes sociales

    Artículos relacionados

    Volver a tener ganas: el arte de reencender lo que parecía dormido

    Volver a tener ganas: el arte de reencender lo que parecía dormido

    Hay etapas en las que todo parece apagado. No hay entusiasmo, no hay deseo, no hay impulso. Pero a veces, lo que parecía dormido no está perdido, solo necesita tiempo, espacio y un pequeño gesto para volver a encenderse. Hay momentos en los que sentimos que algo se...

    Ya no me relaciono como antes… y está bien

    Ya no me relaciono como antes… y está bien

    El cuerpo social: cómo cambia nuestra manera de estar con otros después de los 50  Durante gran parte de la vida, estamos inmersos en vínculos definidos por el trabajo, la crianza, los deberes familiares o los grupos a los que “pertenecíamos” casi sin decidirlo....

    ¿Esto es normal o tengo que preocuparme?

    ¿Esto es normal o tengo que preocuparme?

    Lo que sí y lo que no en el cuerpo +50  A partir de los 50, el cuerpo empieza a mostrar señales nuevas. Dolores que antes no estaban, digestiones más lentas, ruidos articulares, cambios en la energía o en el sueño. Y ante cada síntoma aparece la pregunta...

    0 Comentarios

    0 comentarios

    Enviar un comentario

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

    Abrir chat
    Hola
    ¿En qué podemos ayudarte?